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Miss Chen
2017年09月22日
Miss Chen
La Parrotia persica o Árbol de hierro es originario del norte de Irán, en las zonas boscosas situadas al Sur del Mar Caspio. Es un árbol resistente que se cultiva con fines ornamentales en jardines y parques públicos por la belleza de su follaje, corteza, flores y frutos. En realidad es un género que cuenta con una única especie perteneciente a la familia Hamamellidaceae. Es un árbol de hoja caduca que alcanza una altura de 10-12 metros, aunque en su juventud parece más bien un arbusto por su gran capacidad para ramificarse. Su cultivo está muy relacionado con la belleza de sus hojas en otoño cuando viran a ricas tonalidades amarillas y rojizas.
Crece igual de bien a pleno sol como en ligera sombra. Necesita un suelo fértil y con buen drenaje, mejor si es ácido aunque tolera bien los suelos alcalinos y los calizos. Se suele cultivar tanto en solitario como en pequeños grupos.
La corteza se asemeja mucho a la del plátano, como la de éste presenta escamas, aunque tiene una tonalidad de un gris más intenso. Aunque es un árbol que prefiere los veranos frescos tiene buena resistencia a la sequía.
Hemos hablado de sus colores otoñales pero su follaje en primavera y verano también es destacable con sus hojas onduladas y de un rico y brillante color verde. Cada 4-5 años el Árbol de hierro necesita una poda que respete su forma natural manteniendo una cierta densidad y ramas cruzadas.
Las flores son de un color rojo intenso, se agrupan en racimos y aparecen en las ramas del árbol antes de que broten las hojas en primavera. Los frutos son unas pequeñas cápsulas de color marrón rojizo que contienen las semillas.
Tolera bien el frío pero no la exposición al viento helado. Generalmente su necesidad de agua se cubre con la lluvia pero en verano y épocas de sequía necesitará riego cada 15 días.
Se puede cultivar por semillas en primavera, aunque es un proceso complejo que precisa de estratificación. Es más fácil su reproducción por división e injerto. También se puede hacer por esqueje aunque necesita nebulización y uso de hormonas de crecimiento.
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Miss Chen
2017年09月22日
Miss Chen
La convalaria o convolaria, Ophiopogon japonicus, es una pequeña planta herbácea originaria de Corea, China y Japón. Tiene diversos usos en jardinería ornamental, se puede usar tanto como cubresuelos, como planta de maceta o también en la orilla de los estanques. Presenta una morfología en forma de mata densa con numerosos tallos. Su altura máxima ronda los 20 cm y resulta idónea como cubresuelo pues sus matas se extienden con rapidez. Las hojas son largas y estrechas y tienen una bonita caída.
La floración de la convalaria consiste en unas pequeñas flores arracimadas de color rosa, lila o blanco que después se transforman en unos llamativos frutos de intenso color azul, no mayores que un guisante. Florece durante el verano y la primera parte del otoño. Además la planta produce unos pequeños tubérculos comestibles.
A la convolaria le gustan los lugares semisombríos y resguardados del viento, aunque tolera bien el frío. Puede cultivarse también en localizaciones soleadas siempre que tengamos mayor cuidado con el riego. De normal no hay que preocuparse por el riego excepto en verano y épocas de sequía. El suelo debe ser suelto, rico en materia orgánica y bien drenado aunque puede tolerar casi todo tipo de suelos, incluso calcáreos, siempre que cuenten con buen drenaje.
El sistema más usado para su reproducción es la división de la mata. Se suele realizar tanto en primavera como en verano. Si le dejamos espacio la planta irá extendiendo espontáneamente por medio de estolones. Si la cultivamos en maceta esperaremos a la primavera para el transplante cuando veamos que las raíces asoman por los orificios de drenaje. La convalaria es una planta muy resistente a las enfermedades y las plagas, lo único que hemos vigilar es que las raíces no se pudran por exceso de humedad.
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Miss Chen
2017年09月22日
Miss Chen
Con estas plantas tu jardín podrá seguir luciendo maravilloso incluso durante el invierno. Son plantas que pueden resistir inviernos de bajas temperaturas en mayor o menor medida. Da color y vida a tu jardín invernal con estas 15 plantas para inviernos duros que hemos recopilado para ti. El Sedum es un género de plantas crasuláceas que en algunos casos puede servir como plantas cubresuelos. El motivo es que se extienden rápidamente y son muy resistentes. Soportarán el frío invernal, aunque sus hojas presentarán el borde rojizo, y sus flores cargadas de semillas serán un buen atractivo en invierno para los pájaros silvestres.
Las peonías son un cultivo clásico de invierno en las zonas más frías. Soportan perfectamente las temperaturas más bajas aunque es conveniente podar las ramas secas y cortar las flores marchitas antes del invierno.
La equinácea florece en verano y otoño pero la planta soporta naturalmente hasta los más fríos inviernos sin ningún problema. Aunque hay que tener precaución con algunos híbridos modernos que no son tan tolerantes al frío.
La monarda es una planta perenne, herbácea y erecta que florece espectacularmente y mide entre 20 y 90 cm de altura. Sus flores son muy atractivas para las abejas. Una buena fertilización en primavera y acolchamiento le irán muy bien para soportar mejor el invierno.
La Aquilegia canadensis es una encantadora herbácea silvestre que florece en primavera. Suele formar amplias colonias en espacios sombreados. Alcanza una altura de entre 60 y 90 cm, se reproduce con gran facilidad. Los cultivares e hibridaciones modernas suelen ser menos resistentes al frío.
La heuchera es un gran aporte para el jardín por la belleza y colorido de sus hojas. Se cultiva en el suelo y en macetas, en éste último caso es conveniente moverlas al interior de casa cuando llega lo más duro del invierno.
El iris siberiano ni se inmuta cuando el termómetro baja de cero grados. Resultan todo un espectáculo cuando florecen en primavera con una amplia gama de colores, azul, morado, lila, blanco y amarillo. Como otras perennes puede ser objeto de ataque de los roedores en invierno por lo que es conveniente revisar periódicamente, sobre todo si las tenemos protegidas con algún tipo de acolchado.
Durante todo el verano la coreopsis ‘Moonbeam’ produce un suministro interminable de alegres flores amarillas. Es una variedad resistente que soporta bien las bajas temperaturas de invierno. Sin embargo no todas las variedades de coreopsis son tan resistente al invierno como la ‘Moonbeam’. Para mantener ‘Moonbeam’ en plena forma hay que cavar y dividir las plantas cada varios años.
Una vez establecida la baptisia puede vivir durante décadas. Esta resistente planta típica de las praderas norteamericanas tiene un follaje verde grisáceo y flores de color azul, púrpura, blanco o amarillo en primavera. Puede tolerar tanto el calor del verano como los inviernos intensos.
La hierba gatera o Nepeta es una herbácea que puede sustituir perfectamente a la lavanda en los lugares de inviernos muy fríos. Hay variedades con flores azules, blancas, rosas y lilas. Es conveniente segar la planta cuando se marchite la primera floración y así se puede obtener una segunda a finales de verano.
El lirio de los valles ofrece una falsa impresión de fragilidad, soporta perfectamente temperaturas muy bajas. Tolera muy bien la sombra y es una magnífica planta para cubrir el suelo bajo los árboles.
La artemisia o ajenjo es una planta perenne casi indestructible, muy apreciada por el tono grisáceo de sus tallos y hojas, así como por su rico aroma sobre todo cuando secamos los secamos. Aunque es una planta que ama el sol y tolera la sequía soporta igualmente hasta los fríos más extremos siempre que la tengamos en un suelo seco y suelto.
Heliopsis es una gran planta perenne que crece fácilmente 90-120 cm de alto y 60-120 pies de ancho por lo que debemos plantarla en un lugar lo suficientemente amplio. No es exigente con el tipo de suelo pero sí necesita pleno sol para mantener los tallos rectos. Es una gran planta para flor de corte y cuanto más se cortan más produce.
El aster florece tardíamente, en otoño, cuando la mayoría de las plantas de flor ya se encuentran en plena retirada. Es muy fácil de cultivar y no requiere apenas mantenimiento.
Las hostas son un elemento imprescindible del jardín de invierno, crece en los espacios sombreados y húmedos y no se altera con las bajas temperaturas. Al plantarlas o transplantarlas hay que tener cuidado en no dejar raíces al aire pues hará que la planta sea menos resistente al frío.
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Miss Chen
2017年09月22日
Miss Chen
Las palmeras son unas excelentes plantas de interior sobre todo cuando buscamos que tengan un tamaño importante. Son un elemento decorativo de primera magnitud con su estructura vertical, volúmen y la suave caída de sus hojas. Puede parecer difícil su cultivo en interior pero en absoluto, simplemente hay que tener en cuenta sus necesidades y aplicarles los cuidados pertinentes, que tampoco son tantos. Las mejores palmeras para cultivar en casa, tanto en interior como en el balcón o la terraza son: La kentia o Howea Forsteriana La palmera de coco o Cocos nucifera
La kentia necesita mucha luz por lo que si la vamos a tener dentro de casa debe ser en la pieza más luminosa de la misma.
Del coco germinado brotan las hojas que después, cuando la planta llegue a la madurez, podrán alcanzar los tres metros de longitud. Los riegos de ambas especies deben ser frecuentes en verano. En invierno la temperatura en el interior de casa debe mantenerse entre 7 y 21ºC para que las palmeras no sufran. También es muy importante que no hayan de soportar cambios bruscos de temperatura. Las palmeras necesitan mucha luz pero no así exposición directa al sol en los ejemplares cultivados en interior.
Durante la primavera y el verano es conveniente añadir un poco de fertilizante al agua de riego una vez cada dos meses aproximadamente. Cada dos o tres años hay que cambiarles el sustrato, aprovecharemos si es necesario para cambiarlas a una maceta mayor. Otro de los mantenimientos que precisan es la limpieza del polvo que se deposita sobre las hojas y aprovecharemos para inspeccionar el envés de las mismas en busca de posibles plagas, de cochinilla sobre todo.
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Miss Chen
2017年09月22日
Miss Chen
Las coníferas ofrecen colores, texturas, formas y tamaños inusuales en el mundo paisajismo. Cuando pensamos en ellas siempre nos vienen a la mente los pinos y los abetos pero hay una enorme variedad de coníferas que pueden usarse debido a su tamaño como arbustos, de hecho algunas lo son, tanto para formar agrupamientos o de forma aislada. De hecho algunas especies de coníferas enanas se usan incluso como setos. Vamos a dar un ligero repaso entre las muchas especies y variedades de coníferas enanas que se pueden cultivar en cualquier jardín independientemente de su tamaño. Son plantas de colores intensos y de texturas originales y poco comunes que pueden actuar como excelente contraste. Hay coníferas para cualquier tipo de suelo y condiciones lumínicas. Aunque la mayoría prefiere suelos ligeramente ácidos bien drenados y exposiciones soleadas podemos encontrar especies aptas para suelos húmedos y espacios sombríos.
Los tejos y Chamaecyparis toleran muy bien la sombra. Algunos cultivares de Abies pungens, soportan la sequía y los suelos alcalinos sin ningún problema. Cuando adquiramos y plantemos una conífera enana en nuestro jardín debemos regarla regularmente durante el primer año. Los dos años siguientes también estaremos pendientes aunque espaciando más los riegos.
Por regla general no hace falta fertilizar salvo que el suelo sea inusualmente pobre. En cuanto a enfermedades y plagas sufren las mismas que sus parientes de mayor tamaño. Las piceas y abetos pueden ser atacados por los ácaros. Los pinos son dados a sufrir enfermedades fúngicas pero en todo caso resulta más fácil inspeccionar las coníferas enanas para determinar su estado de salud.
La picea azul, Picea pungens ‘Glauca’ se suele usar de forma aislada para crear un llamativo contraste con su peculiar color azulado. Crece unos 10 cm al año o un poco menos y puede alcanzar una altura de unos 120 cm y el doble de anchura.
El abeto de Corea enano, Abies koreana ‘Silberlocke’ crece al ritmo y alcanza una altura semejante a la especie anterior. Sus hojas se curvan en los extremos de las ramas mostrando la parte inferior plateada. Combina bien con plantas que tengan flores u hojas rosas, amarillas y rojas.
Thujopsis dolabrata también ofrece llamativos destellos plateados ya que su follaje verde presenta bandas plateadas en el envés. A diferencia de la mayoría de las coníferas plateadas, que exigen una luz intensa, ésta se desarrolla mejor en sombra parcial. Tiene forma de árbole de Navidad y crece 10-20 cm al año. Su altura puede llegar a los 3 metros.
La Chamaecyparis pisifera tiene una textura interesante y un atractivo color amarillo. El mejor uso es crear pequeños grupos de tres ejemplares para combinar y contrastar con el resto de compañeras. Puede alcanzar, con el tiempo una altura de unos 9 metros.
El tejo, Taxus baccata ‘standishii’ es una variedad enana que no supera los 120 cm de altura. Su verticalidad y la tonalidad amarillenta del extremo de sus hojas lo hacen muy apreciado para crear un punto de atención en una frontera.
El Cephalotaxus harringtoniana‘prostrata’ es una variedad que puede crecer tanto al sol como en sombra. Se suele usar como cubresuelos debajo de los árboles pues no superará los 60 cm de altura y se extiende hasta 150 cm de anchura. Las hojas jóvenes tienen un tono verde chartreuse que contrasta con el verde oscuro de las más viejas.
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Miss Chen
2017年09月22日
Miss Chen
El farolillo chino, alquequenje o corazoncillo, Physalis alkekengi, es una planta herbácea perenne de raíces rizomatosas y que alcanza una altura de unos 60-70 cm. Presenta tallos erectos y flexibles con hojas ovaladas y recubiertas de una fina pelusilla. Esta planta tiene un doble uso, en jardinería ornamental y en horticultura pues sus frutos, unas pequeñas bayas que se forman dentro del cáliz de la flor son comestibles. Las flores brotan en las axilas de las hojas y son de pequeño tamaño y color blanco. Brotan en verano, después el cáliz de la flor se hincha de forma ostensible y se colorea de un atractivo color rojo. Este contraste entre los farolillos rojos y las hojas verdes hace que sea una planta muy llamativa.
El otoño es la época en que se recolectan las bayas pues es cuando se encuentran en plena madurez. Son dulces y tienen un alto contenido en vitamina C. Esta planta es originaria de Japón y allí se usa también en la medicina tradicional para tratar afecciones renales, de vías urinarias y la gota.
Para prosperar necesita ser cultivada en un lugar bien luminoso aunque es preferible que no esté expuesta directamente al sol. El suelo debe ser mixto, suelo y bien drenado. Los riegos deben ser moderados pero constantes y sobre todo en los periodos de sequía. La planta se reproduce por semillas y por división de matas o rizomas. La siembra se realiza en campo abierto en primavera. Las semillas se enterrarán aproximadamente a 6 mm de profundidad, con una separación de 30 cm en la hilera y 70 cm entre las mismas.
La variedad más usada para usos comestibles es la Alkekengio edulis. La cosecha de los frutos tiene lugar durante el verano-otoño, cuando los frutos están maduros y dulces. Estos frutos se usan para preparar mermeladas y confituras así como para acompañar ensaladas y pasteles. El farolillo chino es una planta resistente a las enfermedades pero hay que tener cuidado con el drenaje y el exceso de humedad que pueden provocar la pudrición de las raíces.
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Miss Chen
2017年09月22日
Miss Chen
Existen muchas especies de robles, el género Quercus está formado por entre 400 y 600 especies de árboles y arbustos que se distribuyen por Europa, Asia y América. El roble es un árbol cargado de simbolismo, para los antiguos celtas era un árbol mágico. La verdad es que todavía hoy en día pasear por una robleda sigue siendo una experiencia espiritual. De entre todas esas especies de robles podemos encontrar el más adecuado para nuestro jardín si queremos plantar uno. Aunque pensamos en ellos como árboles de gran porte entre ese gran número de especies los hay de todos los tamaños, incluso arbustos.
El Quercus robur o roble común es un árbol grande que puede alcanzar los 30 m de altura y unos 20 m de envergadura. Necesita un suelo profundo y rico y contar con un clima fresco y húmedo ya que tolera mal la sequía. Además de una buena exposición solar. Soporta fríos intensos de hasta -30 ºC aproximadamente.
El roble albar, Quercus petraea, alcanza un tamaño similar pero es menos delicado con el suelo. Puede crecer en suelos ácidos o secos pero no calizos. Aguanta un poco menos el frío, -20ºC y también gusta del sol.
El Quercus cerris o roble de Turquía también es de un tamaño similar a los anteriores pero a diferencia de ellos puede crecer en suelos calizos, en suelos pobres e incluso soporta el aire marino. Su tolerancia al frío es un poco menor, -15ºC.
El Quercus pyrenaica es la especie de roble más abundante en la Península Ibérica. Alcanza alturas muy variables entre 5-20 m. El suelo debe ser seco o ácido, nunca alcalino, suelto, ligero y tener una buena exposición solar.
El Quercus palustris es originario de Norteamérica y la principal particularidad que presenta es que puede crecer en suelos muy húmedos. Su talla es similar a los anteriores, sobre los 20 m y sus hojas se vuelven de color rojo en otoño. Otra de sus características es que posee un tronco recto y las ramas inferiores tienden a caer hacia abajo.
El Quercus rubra es otro ejemplar de roble oriundo de Norteamérica. Tiene un importante cultivo ornamental por la belleza de sus hojas, de un rico color verde en primavera y verano y rojizas en otoño.
El Quercus pubescens es mucho más pequeño que los anteriores, entre 8 y 15 m de altura y 5-10 m de envergadura. Puede crecer en suelos calizos y tolera bien la sequía.
El Quercus ilex o encina es otro roble de tamaño medio y de hoja perenne. Sus hojas son de color verde mate en la parte superior y verde grisáceo en la inferior. Es un árbol típico de la zona Mediteránea y necesita mucho sol y calor.
El Quercus suber o alcornoque es otro ejemplar de roble de tamaño medio que crece en las zonas cálidas como la encina. De la corteza del alcornoque se extrae el corcho.
El Quercus cerris ‘variegata’ es un poco más pequeño que el roble de Turquía y presenta un follaje de color verde brillante moteado con crema. Tolera cualquier suelo incluso el calizo.
El Quercus coccifera o coscoja es el ejemplar más pequeño del género Quercus. Es un arbusto típico del matorral mediterráneo. Forma una densa mata de 1-2 m de altura, sus hojas son de un verde intenso y presentan bordes espinados. Soporta los suelos pobres, la sequía y la exposición al aire salado del mar.
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Miss Chen
2017年09月22日
Miss Chen
El cultivo de tulipanes en maceta nos evita diversos problemas habituales en el cultivo típico en el suelo. Los tulipanes cuando se cultivan en el suelo suelen ser víctimas de los roedores y las ardillas. Además los bulbos no suelen durar más de dos o tres años y eso en condiciones ideales. Por lo tanto es corriente que aparezcan muchos fallos en nuestro macizo de tulipanes cultivados en el suelo. Sin olvidar que una maceta con tulipanes es de una enorme belleza y la podemos mover a nuestro antojo. Colocarla en el lugar que precisemos, guardarla si empeora el clima, sencillamente podemos manejarlas según nuestras necesidades.
Plantaremos los bulbos en otoño, igual que hariamos si los cultiváramos directamente en el suelo, y a la misma profundidad pero siguiendo un patrón circular y sin preocuparnos demasiado por que mantengan una separación determinada. Prepararemos un sustrato ligero, suelto y bien drenado. Usaremos macetas de como mínimo 40-45 cm de diámetro, una maceta menor no tendrá suficiente impacto visual y los bulbos tendrán falta de espacio para desarrollarse. En la parte superior del sustrato colocaremos una malla metálica que podemos cubrir con un poco de sustrato. Ésta malla impedirá que los depredadores se coman nuestros bulbos.
Regaremos bien tras la siembra y colocaremos las macetas en el garaje o cualquier otra estancia de la casa que no cuente con calefacción. Lo importante es mantener los bulbos a una temperatura constante justo por encima del punto de congelación. A comienzos de la primavera revisaremos nuestras macetas y haremos otro riego. Cuando comiencen a brotar los bulbos podemos transplantarlos a otras macetas y formar las combinaciones que prefiramos.
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Miss Chen
2017年09月22日
Miss Chen
El Ligustrum vulgare, más conocido en castellano como aligustre o alheña es un arbusto perteneciente a la familia de las oleáceas. Su hábitat natural se extiende desde Asia hasta Europa meridional y el Norte de África. Es muy conocido y todos habremos visto alguna vez un seto formado a partir de esta planta. Según las variedades puede ser de hoja caduca o perenne y alcanza una altura máxima de unos 3 metros. La variedad más común en jardinería, para formar setos, es la del aligustre común aunque también se usan otras. A destacar la Ligustrum lucidum ‘Excelsum Superbum’ que destaca por sus hojas variegadas y Ligustrum lucidum ‘Tricolor’ en la que las hojas tiernas presentan una tonalidad rosácea.
Se puede cultivar tanto al sol como en semisombra e incluso puede prosperar en áreas sombreadas. El suelo debe ser suelto y contar con buen drenaje. Crece bien en suelos ácidos, neutros e incluso calizos. Hay que regar el aligustre de forma regular y no dejar que la tierra se seque del todo antes de hacerlo. Las plagas típicas del aligustre son la cochinilla y el pulgón.
La corteza es lisa y de color gris. Florece desde el verano hasta el otoño formando largas panículas de hasta 20 cm de flores de color blanco crema. Posteriormente aparecen los frutos que consisten en unas bayas de color negro brillante y no mayores que un guisante. Hay que tener cuidado con los niños pues son muy tóxicas.
El aligustre se planta durante el periodo de latencia, es decir de otoño a principios de la primavera. Aunque el mejor momento es el otoño sin lugar a duda pues en invierno el enraizamiento será demasiado lento. Es bueno elegir un día ni demasiado lluvioso ni demasiado frío para la plantación. También se puede reproducir por semillas en primavera o por esquejes en otoño. Si queremos formar un seto de aligustre hemos de plantar los ejemplares en hilera con una separación de unos 60 cm aproximadamente.
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Miss Chen
2017年09月22日
Miss Chen
El laurel manchado o Aucuba japonica es un arbusto que se cultiva con fines ornamentales por sus vistoso follaje verde moteado con manchas amarillas en la variedad más ampliamente difundida, la ‘Crotonifolia’. Sus bayas rojas acaban de redondear el atractivo que presenta esta planta nativa de Japón, China y Taiwan. El arbusto de hoja perenne puede alcanzar una altura entre 1 y 3 metros. Los tallos son erectos y las hojas presentan los bordes aserrados y tienen forma ovalada. Se puede cultivar tanto en el suelo como en maceta. Si la cultivamos en maceta la podemos usar tanto como planta de exterior como de interior. En cualquiera de los casos la situaremos en un lugar donde no le llegue la luz directa del sol ni alcance temperaturas elevadas.
El laurel manchado es una planta dioica, es decir que existen ejemplares machos y hembras, si queremos que en las femeninas aparezcan las bayas es necesario que en la cercanía haya un ejemplar masculino.
Las flores brotan en primavera, son muy pequeñas y se agrupan en panículas. Son de un discreto color marrón y no constituyen por cierto el mayor atractivo de la planta. Deficiencia suplida perfectamente por su maravilloso follaje y sus llamativas bayas rojas.
Es una planta muy resistente y tolera bien el frío intenso, en cambio como hemos dicho antes no soporta el sol directo ni las temperaturas elevadas. El suelo debe ser suelto y bien drenado así como muy rico en materia orgánica.
Los ejemplares de laurel manchado cultivados en el suelo deben regarse regularmente en primavera, verano y otoño. En invierno reduciremos el riego al mínimo, sólo en caso de sequía prolongada. Las plantas cultivadas en maceta las regaremos cada 15 días cuando el terreno esté bien seco para evitar así la pudrición de la raíz.
El laurel manchado se reproduce por semillas y por esquejes. En el primer caso la siembra debe hacerse en primavera, aunque se puede adelantar en semillero situado en lugar resguardado. En el caso de querer reproducir la planta por esquejes hemos de esperar al otoño cortando estacas de unos 20 cm y plantándolas en una mezcla de turba y arena a partes iguales. Generalmente hay que transplantar al suelo o cambiar de maceta cuando la planta cumple los dos años.
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